¿Qué les pueden aportar a nuestras historias el teatro, el cine y las series?

 

El teatro. Mitos (historias poderosas porque son parte del inconsciente colectivo), arquetipos (igualmente poderosos) para trabajar personajes, teoría sobre tres géneros (tragedia, comedia, drama); los primeros y por eso fundamentales personajes clásicos y modernos; trabajos muy profundos sobre personaje, diálogo y monólogo. Tramas plenas y el origen de las subtramas. Realismo e independencia del realismo; el poder de la alusión. Un proceso de trabajo en solitario que le permite al autor ser el que toma todas las decisiones sobre el texto.

 

El cine. Una gran profundización sobre trama y subtramas; más géneros (western, policial, suspenso, etc.) y subgéneros (vampiros, mafia, etc.); otra inteligencia con respecto al montaje de las escenas; una profundización del realismo y de la independencia del realismo. Un proceso de trabajo a veces en solitario, a veces con un co-autor y otras con el director. Aparecen las fechas de entrega y una manera de escribir en niveles: escaleta, diálogos, tratamiento, etc. Esta manera permite sistematizar y entender profundamente la acción.

 

Las series. Una revolución en cuanto a la profundización de los personajes, que conocemos a través de varias temporadas. Un arco de capítulo, un arco de temporada, un arco de la serie total, es decir, una ampliación de la perspectiva del arco dramático; múltiples planos de accion o tramas (dentro de una mirada histórica de la teoría dramática, imposibles de pensar sin Shakespeare); un nuevo género como la sit com - clásica y contemporánea-. Ritmo y síntesis en las escenas. Una extraordinaria revitalización del realismo. Un proceso de trabajo en equipo, absolutamente delineado, que radicaliza al del cine.

 

 

Cualquiera de estos elementos, y aún más su sumatoria, nos sirven

para aplicarlos en el formato que elijamos.

 

 

¿Qué puede darnos todo esto integrado o determinados cruces - más explícitos - entre ambos o más formatos?

 

- Series como Alfred Hitchcock presenta o como Twin Peaks (tengamos en cuenta la cantidad de mitología que hay allí), en las que directores de cine logran una televisión de calidad - y de culto -.

 

- Películas como las de John Casavettes, que tienen una indiscutida dosis de teatro (preponderancia del personaje y del diálogo). Además, su manera de escribir condensa a la del guionista y a la del dramaturgo-director, figura tan frecuente en el teatro porteño. Se trata de una primera versión que es leída con los actores, quienes le dan sus opiniones acerca de sus personajes, luego él corrige y termina el guión.

 

- Elementos del sistema narrativo shakespeareano de una serie como House of Cards.

 

- Obras de teatro que se convierten en películas maravillosas como Un tranvía llamado deseo (Tennessee Williams), ¿Quién le teme a Virginia Woolf? (Edward Albee) o Glengarry Glen Ross (David Mamet).

 

- Un sistema actoral (Stanislavsky - El Método) que nace en el teatro e ingresa al cine y luego a la TV; sistema que retroalimenta a los tres formatos para que los autores imaginen a los personajes.

 

- Las películas y las obras de teatro de Woody Allen. Los diálogos tratados al modo del teatro en sus películas.

 

- Los homenajes que encontramos de un formato para con los otros constantemente. Por ejemplo, Los Soprano no hubiese sido posible sin las películas del subgénero mafia que le precedieron. A su vez, el personaje principal condensa cuestiones de Edipo y de Hamlet.

 

- La sit com clásica toma la manera en la que se mira el teatro y la resignifica: el show se graba con público en vivo. Esto afecta a la escritura: los guionistas corrigen en el momento cuando algún gag no funciona y se vuelve a hacer la toma. En el teatro el autor, en muchos casos, puede corregir entre función y función.

 

El cruce, el flujo, el profundo conocimiento de la escritura dramática no puede sino hacernos unos buenos escritores dramáticos!